jueves, 24 de junio de 2010

Observo cada paso  que dan mis pies, porque ello me dice que estoy avanzando en mi superación,
Así empezó a relatar nuestra amiga Susana  hace pocos días en un  email muy emotivo,
Os lo pongo aqui porque  quizás alguién se sienta identificado, pero quiero que reflexioneis sobre algo que es muy latente en esta sociedad, no es bueno mirar hacia otro lado ,porque todos y todas tenemos un caso de maltrato..
Soy mujer, madre de tres chiquitos, y necesito que mi   marido celoso  vuelva a mi lado..
tengo 23 años, me siento vieja, y por lo que me doy cuenta, no sé nada de la vida.
Me casé siendo muy joven, no sé que buscaba con 16 años, si, si que lo sé, anhelaba una vida sin prexión, sin gritos , necesitaba que me abrazarán fuertemente .
Por eso,  me agarré fuertemente a su cariño, porque el miedo que residía en mi cabeza  me debilitaba.
 Nací en una familia tradicional, muy religiosa y machista.
 Mi padre era  un hombre  que no expresaba cariño pero si nos proporcionaba gritos, miedo, y mucho dolor.
Cuando era niña , mis hermanos y yo nos escondiamos en nuestra habitación debajo de la cama, cuando mi padre giraba la llave con el fin de abrir la cerradura, eramos demasiados pequeños para entender que su vida era trabajar en culquier cosa, aguantar todo con el fin de alimentar a sus hijos.
Por eso; no entendiamos porque no jugaba con nosotros, siempre estaba de mal humor,  pero nosotros le insistiamos porque deseabamos que estuviera orgulloso de nosotros.
No recuerdo ninguna palabra de cariño de él hacía mi persona, nada, intento hacerlo pero me quedo muda al recordar las numerosas palizas que estuve presente por ser la hermana mayor,
Nuestra madre era una mujer ignorante, nacida y criada para desarrollarse como mujer, ama de casa y madre sumisa.
Ella  me crió a su manera, pero yo quería , deseaba, soñaba lo maravilloso de las novelas rosas.
Ese hombre que te cuida, que te llena de hermosas palabras, de regalos , de ...
Harta de tanta penuria , me dejé llevar por el romanticismo, y creyendo que controlaba la situación me escapé con mi amor , su nombre de pila es Javier, pero yo lo llamo mi estafador particular.
Me casé con él dos meses después de quedarme embarazada, mis padres no se opusieron demasiado, mi  madre lloró un par  de veces,  ignoro si fue por mi, o porque se quedaba sin camarada, sola ante el peligro de ser matratada en silencio...
Poco a poco dejé de ver a  la que fue mi familia para vivir en mi propia vida, en realidad no deseaba más estar con ellos, porque siempre tenian la misma rutina, si soy sincera, odiaba a mi madre por no ser más valiente..
El primer día que dormí junto a javier  sola  sentí una especie de cosquilleo que me inquietó, no sé  descifrarlo pero ilusa creí que a mi no me iba a pasar lo mismo que a mi madre.
Javier empezó a cambiar demasiado pronto a mi entender, poco a poco su dulzura , sus besos, y caricias se le agregaron insultos, gritos , y algun que otro cachete, pero sin importancia,  comparando con los de mi padre aun no podía catalogarlo como muy dañino.
En realidad tenia razón, yo no sabía cocinar, y me agobiaba porque los niños vinieron seguidos,
viviamos en una casa pequeña, pero yo la decoré a mi gusto, era coqueta, era mia, era  mi propio paraiso..
Javier era muy celoso, y a mi me gustaba enseñar pierna, entre nosotros, deseaba ser cantante, o actriz,  necesitaba que me admirasen no sé era mi manera de ver la vida en rosa.
Anhelaba que javier dejase su capacidad de huir y sentase la cabeza  para construir juntos una vida, la vida que un día juntos proyectamos, lejos de eso,  su ausencia era evidente ya que pasaba más tiempo fuera de casa con sus amigos y amigas que poco tiempo después  me enteré.
Ahora miro hacia atras  y me veo a mis misma  como una niña con pataletas, porque mi hombre ,mi amor   me abandonó..
¡Qué bonito hubiese quedado que yo me hubiese armado de valor y me hubiese separado al comprobar como dañaba a nuestros hijos , como imitaba a mi propio padre, pero no, fue él  quién me abandono a mi.!
Esa mañana al despertarme él no estaba allí, la noche anterior yo le había arañado  la cara porque me sentí como su marioneta  cuando él insinuo que deseaba encontrar la estabilidad con otra mujer, él siempre me decía que yo era la única persona que le sacaba de quicio..
Estaba herida, despechada porque se marchó con una mujer mejor que yo, no era justo...
Aguanté en silencio sus idas y venidas, pero me bastaba con el giro de la llave al abrir la puerta y regresaba .
No protesté cuando llegaba a casa desfasado por sustancias  y  pagaba commigo sus frustaciones..
pero si que me abalancé sobre su cara con furia cuando me dijo que amaba a otra mujer...
Aun no logro entender, esa adicción al amor,pero es lo que he tenido durante casi 36 años de mi vida.
No sé que me pasó pero algo explotó en mi cabeza  desde ese día, pero las consecuencias de mi locura llegó al extremo de perder  el sentido de la orientación dejando que Javier me quitase lo unico que me quedaba de él,
Ahora entiendo que no era justo para ellos tener una madre que  vivía obsesionada con su padre,
Javier  en su nueva vida empezó a sentar la cabeza y hoy en día es un hombre rehabilitado, yo estoy en ello..
Hice mucho daño a mis pequeños, y lo siento de veras, ojalá todo hubiese sido diferente, pero esto no es como las peliculas  que podemos utilizar el mando  a nuestro antojo.
Javier empezó a ser un padre  para sus hijos, y viendo lo inutil que era yo  como madre , me  invitó a dejarselos a él para recuperarme de mis adiciones, porque si, Gaviota, tenía adiciones,  pero la más latente era mi adición al amor,
me acosté con muchos hombres después de mi fracaso con Javier, cada vez que me enteraba por algun conocido que él  era más feliz,  yo más me angustiaba, por lo que seducia a cualquiera que pasaba por alli  y lo llevaba a casa  con la unica finalidad de sentir calor humano.
He utilizado a mis hijos con la finalidad de que Javier volviese a mi lado, jamás lo hizo  pero si se acostó muchas veces commigo , era solo sexo, pero yo quería que él me agarrase fuertemente.
Cuando Javier  se llevó a los niños mi vida cayó más en picado porque ya  no tenía más excusas para ser normal, para aparentar..
Mi vida cambió las pasadas navidades  cuando mi madre se acercó a mi casa,  necesitaba  hablar commigo, porque mi padre estaba en el hospital y m había llamado para despedirse de mi,
he de confesar que me costó abrir a mi madre pero lo hice,  al ver el lamentable estado en el que me encontraba mi madre  me dió una lección de amor,
me aseó me vistió, me  peinó y me llevó a su casa,
pasó commigo el mono de cada una de mis adiciones,
lloro en silencio , pero resistió..
 fuí a ver a mi padre,  uff me cuesta recordar, pero tuvimos una conversación larga,  me pidió perdon, y yo tambien a él, le enseñé las fotos de mis niños,sonrió, (ya los conocia porque mi madre y Javier tenían constantemente contacto,es curioso con ellos si que jugó, con ellos si que supo lo que  era  la paciencia y el compartir..
Ahora veo que mi padre  aprendió con sus nietos lo que no pudo  en su momento, le juzgue y perdí mucho tiempo, porque  es cierto que a mi padre se le iba la mano  pero yo he decidido perdonarle y quedarme  con esa conversación.
Poco después de fallecer mi padre  empecé una terapia para curarme , mi madre me ha ayudado la que más y he podido comprender que, por su educación no  supo hacerlo de otra manera.
Soy consciente que mi recuperación es larga, pero algun día podré saborear la vida de manera sencilla,
Javier es padre de  nuevo, yo aun no le he perdonado. Gracias por leer mi carta.

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